¿Qué es el sonido?
Las ondas sonoras se generan a través de la vibración de un cuerpo y se propagan en un medio elástico, como el aire. En el oído, estas vibraciones se convierten en ondas mecánicas que son percibidas e interpretadas por el cerebro.
El oído humano puede detectar sonidos en un rango aproximado de 20 a 20,000 hercios o hertzios. Es importante señalar que 1 hercio equivale a 1 ciclo por segundo, siendo cada ciclo una oscilación completa de la onda.
En última instancia, los hercios miden la frecuencia, es decir, la repetición del proceso por unidad de tiempo. Los sonidos de baja frecuencia son graves, mientras que los sonidos de alta frecuencia son agudos.
Funcionamiento de un ecualizador
Descubre el poder de los ecualizadores.
Un ecualizador permite ajustar el volumen en diferentes frecuencias, es decir, modificar las frecuencias de una onda sonora para dar forma al sonido.
Existen varios tipos de ecualizadores, clasificados inicialmente como hardware y software. También se pueden distinguir entre ecualizadores paramétricos, semiparamétricos y gráficos, entre otros.
El ecualizador divide el espectro en bandas y refuerza o atenúa un rango de frecuencias específicas. Es esencial comprender que no crea nuevas frecuencias, sino que trabaja con las ya existentes. La ecualización resultante implica cambios en el carácter y tono del sonido.
Importancia de los filtros
Al emplear un ecualizador, se utilizan diversos filtros que afectan de diferentes maneras a las frecuencias en cuestión.
El filtro paso alto o pasa alto recorta las frecuencias graves, permitiendo solo el paso de las agudas. Por otro lado, el filtro paso bajo o pasa bajo habilita las frecuencias graves y recorta las agudas.
El filtro paso banda o pasa banda posibilita el paso de un rango específico de frecuencias, atenuando las demás. En consecuencia, recorta tanto las frecuencias agudas como las graves.
Uso correctivo o creativo del ecualizador
El ecualizador puede usarse de manera correctiva para eliminar frecuencias no deseadas en una grabación. Esta ecualización, conocida como sustractiva, busca limpiar la señal, eliminando vibraciones y siseos, sin comprometer la percepción natural del sonido.
Alternativamente, el ecualizador puede emplearse de manera creativa o aditiva, añadiendo volumen a las frecuencias que se desean resaltar.
En resumen, los ecualizadores son herramientas indispensables al grabar sonido, ya sea música, voz o sonido ambiental. Con un ecualizador, siempre es posible optimizar el resultado de la grabación.